Ahora que llegó a 100 jonrones, solo piensa en convertirse en el rey del cuadrangular
Carlos Alberto Zambrano / @carloszambran
Cuando Eliézer Alfonzo disparó el jonrón 100 de su carrera, el jueves en Caracas, se le salieron las lágrimas por el recuerdo de su padre. Su progenitor, que falleció hace tres meses, lo visitó en México este año y le dijo que deseaba verlo llegar a 100 estacazos. Pero la vida no le permitió ver a su hijo hacer historia.
Alfonzo no deja de hablar de su padre, y ahora que es el hombre del momento lo hace con más frecuencia. “Mi papá era mi mejor amigo, mi coach de bateo. Lo llevo tatuado en el pecho. Lamentablemente no pudo ver mi jonrón en vida, pero estoy seguro de que lo hizo desde el cielo”, dijo el slugger, visiblemente conmovido. El nativo de Puerto La Cruz se convirtió en apenas el segundo toletero en la historia de la pelota local en arribar al centenar de bambinazos. Solo se encuentra detrás de Róbert Pérez, rey absoluto del jonrón 121.
Y al igual que Alfonzo no deja de nombrar a su padre, tampoco olvida a Robert Pérez en su verbo. “La Pared Negra” se ha convertido en una obsesión para el toletero. Le lleva la cuenta medida. El “Matatán” sueña en convertirse en el monarca del cuadrangular. “Cuando Robert llegó a 98 jornones, que pasó a Antonio Armas, tenía 38 años de edad. Me quedan varias temporadas más, yo apenas tengo 33. Le llevo seis años de ventaja.
Por eso trabajo todos los días, haciendo ajustes para mantener el ritmo. La meta se llama Róbert Pérez”.
Por la forma como inició la temporada Alfonzo, pocos pudieron imaginar que alcanzaría un ritmo jonronero tan acelerado a esta altura de la zafra. Ya cuenta con cinco bombazos. Las mejorías no han sido producto de la casualidad, el trabajo diario y los frecuentes ajustes en el cajón de bateo aumentaron la temperatura de su barquillo. Richard Hidalgo, ahora como coach de bateo de la nave, ha estado día a día trabajando con el slugger y recibe crédito por parte del toletero.
“Como conozco muy bien a Alfonzo, sé cuando está haciendo algo extraño en el home”, acota Hidalgo. “Siempre ha sido un bateador muy agresivo, y cuando ha perdido esa agresividad se lo recuerdo, estoy detrás de él”. Alfonzo reconoce la ayuda: “Richard siempre está apretándome. Recordándome que no puedo perder mi esencia como bateador”.
Es cierto que con 33 años y 100 vuelavallas, el tiempo juega a favor de Alfonzo, tomando en cuenta que Pérez ya no juega a diario. Pero ¿Realmente podrá alcanzarlo? Hidalgo no cobija la más mínima duda. “Cuando tienes una meta entre ceja y ceja, nadie te puede parar. Y con la actitud de Alfonzo, nadie para esa mente. Estoy seguro de que puede lograr el objetivo de alcanzar a Róbert Pérez”, comentó el ex jonronero.
La sombra de los esteroides
Haber salidos dos veces positivo en consumo de sustancias prohibidas (aunque en la última ocasión le ganó la demanda a MLB) será una cruz que siempre Alfonzo tendrá que cargar. El jueves en la UCV parte del público le gritaba: “¡pincha’o, pincha’o!”. Pero el toletero no se desenfoca. “Mucha gente habla sin saber, y no puedo hacer nada. Le doy las gracias a los que me han apoyado a lo largo de mi carrera y los que me critican”, indicó el jonronero. “No soy un tipo rencoroso. Me la llevo bien con todos”. El mánager Carlos García resta importancia a los gritos de la gradería. “Alfonzo es un bateador profesional y no le para a eso. Por eso lo admiro”.
Más información en: http://siguiendoalanave.blogspot.com/
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