Bajo esa cosmovisión, apuntó al Caribe para buscar nuevos horizontes, mares inesperados, distintas formas de ver la vida, gente,
costumbres. En esa búsqueda encontró a
la nave turca y a partir de la semana que viene, será un nuevo tripulante del
buque cabrialense.
El norteamericano de 38 años de edad jamás pensó que cuando era un
novel y jugaba para los Yanquis de Nueva York, conocería a su futuro mánager en
su estreno en ligas invernales
(Navegantes del Magallanes).
“Luis es una excelente persona”, precisó el zurdo vía telefónica desde
Los Ángeles. “Cuando coincidimos en los
Yanquis (2000 y 2001) yo era un novato y el ya era un experimentado jugador”,
describe el forastero al petareño, con quien celebró el título de los Mulos de
Manhattan frente a los Mets de Nueva York (200). “Si mantiene su carrera como técnico, puede
llegar a ser un mánager en las Grandes Ligas. Quiero ayudar a que eso pase”
precisó.
Lilly llegará al país el 07 de noviembre listo para montarse en la
lomita. “Yo creo que estoy en forma para
lanzar, quizás no largo, pero sí unos episodios, dependerá del cuerpo técnico.
Las molestias físicas en el cuello y espalda desaparecieron. Estoy totalmente recuperado”, señaló el
ganador de 130 partidos en la gran carpa.
Este año, igual que el anterior, Lilly pasó buena parte de la campaña en
la lista de lesionados como consecuencia de un problema crónico en el cuello y
una lesión en la parte baja de la espalda. Abrió apenas 5 encuentros con los
Dodgers de Los Ángeles (0-2, 5.09 Efe) y en ligas menores su récord fue un
negativo 1-5 más un promedio de 8.01, en 6 inicios repartidos entre los equipos
Albuquerque (AAA) y Rancho Cucamonga (A+).
“Quería lanzar en el invierno y fue Jay Gibbons que me dijo que en
Venezuela podría ser una buena oportunidad.
Me dijo que los fanáticos viven el beisbol de un modo especial. Y más
los de Magallanes, me habló de la rivalidad con el Caracas y de la calidad de
los bateadores que hay y eso me llamó la atención. Mi agente fue el que me notificó que mi
equipo sería Magallanes”, puntualizó el iniciador.
Vivencias con criollos.
Lilly
ha compartido experiencias en un dugout con figuras criollas. En los Cachorros de Chicago se encontró con
Carlos Zambrano y Henry Blanco. “Tengo
muchas anécdotas con Carlos, siempre nos llevamos muy bien, es increíble que
ahora vaya a su país y comparta con él.
Siempre me gustó la intensidad cuando se subía al box y espero me pueda
contagiar en Venezuela”.
“Henry
siempre me hablaba de su país con mucha nostalgia, de su familia, del público
venezolano. Cuando te hablan así de un
lugar, quieres conocerlo y ahora podré hacerlo, quiero reencontrarme con
ellos”, afirmó. Blanco fue uno de las
máscaras de los Cachorros en el período 2005-2008 y dirigió los envíos del
siniestro en muchas oportunidades. “Es
un competidor”, dijo el careta de los Bravos de Margarita del
importado. “Le gusta atacar la
zona de strike así estuviera perdiendo.
Nunca perdía la compostura, jamás demostraba miedo”, resaltó. “Es un
atractivo para la liga porque es un pitcher que no se rinde y por eso está en
Venezuela. Quiere regresar y espero que
pueda lograrlo”, destacó.
Lilly tiene que ausentarse en
navidad para pasarla con su familia.
“Quiero regresar luego de las festividades, pero dependerá de cómo me
vaya en el torneo y si Magallanes quiere
que regrese”, concluyó.
Israel Pacheco Velásquez.
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