viernes, 1 de noviembre de 2013

Ted Lilly buscará en el Caribe cambiar su destino

Para un lanzador que tiene 15 años en las Grandes Ligas, el beisbol es más que un deporte, es una forma de concebir el mundo.  Ted Lilly es de los que piensa que el mundo es una pelota de beisbol.

Bajo esa cosmovisión, apuntó al Caribe para buscar nuevos  horizontes, mares inesperados, distintas  formas de ver la vida, gente, costumbres.   En esa búsqueda encontró a la nave turca y a partir de la semana que viene, será un nuevo tripulante del buque cabrialense.
El norteamericano de 38 años de edad jamás pensó que cuando era un novel y jugaba para los Yanquis de Nueva York, conocería a su futuro mánager en su estreno en ligas invernales  (Navegantes del Magallanes).
“Luis es una excelente persona”, precisó el zurdo vía telefónica desde Los Ángeles.  “Cuando coincidimos en los Yanquis (2000 y 2001) yo era un novato y el ya era un experimentado jugador”, describe el forastero al petareño, con quien celebró el título de los Mulos de Manhattan frente a los Mets de Nueva York (200).  “Si mantiene su carrera como técnico, puede llegar a ser un mánager en las Grandes Ligas. Quiero ayudar a que eso pase” precisó.
Lilly llegará al país el 07 de noviembre listo para montarse en la lomita.  “Yo creo que estoy en forma para lanzar, quizás no largo, pero sí unos episodios, dependerá del cuerpo técnico. Las molestias físicas en el cuello y espalda desaparecieron.  Estoy totalmente recuperado”, señaló el ganador de 130 partidos en la gran carpa.  Este año, igual que el anterior, Lilly pasó buena parte de la campaña en la lista de lesionados como consecuencia de un problema crónico en el cuello y una lesión en la parte baja de la espalda. Abrió apenas 5 encuentros con los Dodgers de Los Ángeles (0-2, 5.09 Efe) y en ligas menores su récord fue un negativo 1-5 más un promedio de 8.01, en 6 inicios repartidos entre los equipos Albuquerque (AAA) y Rancho Cucamonga (A+).   
“Quería lanzar en el invierno y fue Jay Gibbons que me dijo que en Venezuela podría ser una buena oportunidad.   Me dijo que los fanáticos viven el beisbol de un modo especial. Y más los de Magallanes, me habló de la rivalidad con el Caracas y de la calidad de los bateadores que hay y eso me llamó la atención.   Mi agente fue el que me notificó que mi equipo sería Magallanes”, puntualizó el iniciador.


Vivencias con criollos.   
Lilly ha compartido experiencias en un dugout con figuras criollas.  En los Cachorros de Chicago se encontró con Carlos Zambrano y Henry Blanco.  “Tengo muchas anécdotas con Carlos, siempre nos llevamos muy bien, es increíble que ahora vaya a su país y comparta con él.  Siempre me gustó la intensidad cuando se subía al box y espero me pueda contagiar en Venezuela”.
“Henry siempre me hablaba de su país con mucha nostalgia, de su familia, del público venezolano.  Cuando te hablan así de un lugar, quieres conocerlo y ahora podré hacerlo, quiero reencontrarme con ellos”, afirmó.  Blanco fue uno de las máscaras de los Cachorros en el período 2005-2008 y dirigió los envíos del siniestro en muchas oportunidades.  “Es un competidor”, dijo el careta de los Bravos de Margarita  del  importado.  “Le gusta atacar la zona de strike así estuviera perdiendo.  Nunca perdía la compostura, jamás demostraba miedo”, resaltó. “Es un atractivo para la liga porque es un pitcher que no se rinde y por eso está en Venezuela.  Quiere regresar y espero que pueda lograrlo”, destacó.

Lilly  tiene que ausentarse en navidad para pasarla con su familia.  “Quiero regresar luego de las festividades, pero dependerá de cómo me vaya en el torneo y si  Magallanes quiere que regrese”, concluyó.


Israel Pacheco Velásquez.

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